miércoles, 14 de noviembre de 2012

La historia de la papa

El tersissimo cielo en la mañana del sábado, los colores vibrantes de la orenese campo, la luz que inunda las calles, el aire fresco que nos acompaña mientras nos montamos todo y vamos a vivir este segundo fin de semana de fiesta . Me detengo a mirar a su alrededor y me golpea algo romántico y alegre en las calles que nos rodean cobran vida, las grandes tiendas blancas que se abren, las expectativas de un largo día de trabajo, los rostros. Algunos ya cansado incluso para un viaje largo, otros sonriendo, otros inteligentes, algunos incluso ya enojados ...



La semana pasada trabajé en algunas cosas nuevas, pero no pude fotografiarlos. Durante este tiempo siempre vuelvo por algo, así que cuando termine de arreglar mi parte de la exposición a tratar de arreglarlo. Me pregunto por qué ya se puede adivinar que será precisamente esos nuevos objetos para llamar la atención!



Almuerzo Sábado: Luca y huyo del banquete de hacer un rápido recorrido por las calles de Oren. Con nuestras cámaras en mano y los ojos curiosos recorren los stands de otros expositores, conocer a otros fans como nuestros ojos: Vidrio hermoso artesanal, cerámica raku con colores vivos, trabajo hermoso papel, otros materiales de joyería diferente de la nuestra, que nos afectar la atención en la creación, mostrar nuevos ojos, deseosos de aquellos que los crean. Y el circuito es muy largo, nos paramos a hablar, reír, para intercambiar puntos de vista con otros creativos ... es uno de los aspectos más hermosos de los mercados.


En las calles de Oreno podrá visitar las antiguas murallas de un monasterio hermoso, y el interior de una pequeña exposición de trajes, armaduras, armas y objetos en el pasado distante.



El cansancio empieza a hacer mella ... estos días, así que terminan, por luz de las velas, pero iluminada por muchas satisfacciones, reuniones y sonrisas. 
Gracias de corazón a Lucas que ha vivido conmigo esta experiencia, compañero inestimable, precisa y cuidadosa. Y gracias a los que vinieron de lejos o de cerca, sólo para encontrarse conmigo. A los que han traído a casa una de mis criaturas, que nos dio elogios por nuestro trabajo, que se detuvo a conocerse, a los que han estado dispuestos, a las personas que han conocido y esperamos volver a reunirse muy pronto.

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